Estimular la vitalidad del maíz para mitigar los efectos de los ataques del gusano de alambre.

Los ataques de los gusanos de alambre al maíz al principio del ciclo pueden causar daños considerables. No existen técnicas de control curativas para estas plagas. Las únicas medidas posibles son la protección en el momento de la siembra y una preparación adecuada del suelo. Fomentar la vitalidad de las plantas jóvenes de maíz es una forma de reducir los daños causados por estas plagas. He aquí las razones.

¿Cuáles son los factores de riesgo de ataque del gusano de alambre en el maíz joven?

Actualmente no existen técnicas curativas eficaces contra las larvas del gusano de alambre. Sólo cabe prever una acción preventiva. Pero antes de nada, es importante identificar los factores de riesgo de estos ataques dañinos:

• Los cultivos que siguen a praderas, cultivos forrajeros o barbechos sin labranza durante al menos dos años son los principales factores de riesgo. Los inviernos suaves también favorecen su supervivencia.
• Siembra demasiado temprana. El parásito se instalará más lentamente pero de forma más insidiosa si se siembra demasiado pronto. Un suelo húmedo y bien aireado favorece el movimiento y, por tanto, la actividad de los gusanos de alambre.
• Establecimiento y crecimiento lentos de las plantas al inicio del ciclo. Cuanto más lento se establezcan y crezcan las plantas de maíz al inicio del ciclo, mayores serán los daños causados por los gusanos de alambre. Por el contrario, una emergencia favorable del maíz seguida de un crecimiento rápido es una garantía contra los ataques.

Proporcionar al maíz joven una nutrición equilibrada es, por tanto, una forma de acelerar el crecimiento al principio del ciclo. El desarrollo del sistema de defensa natural también contribuye a la vitalidad de los brotes jóvenes. Esto les ayudará a resistir mejor los posibles ataques de los gusanos de alambre.

¿Cómo se puede mejorar la vitalidad del maíz joven y prepararlo contra los efectos nocivos de los ataques del gusano de alambre?

Mejorar la vitalidad del maíz joven es esencialmente una cuestión de optimizar la nutrición mineral y desarrollar el sistema de defensa natural. A este respecto, hay una serie de aspectos clave en los que centrarse.
Un aporte equilibrado de zinc, manganeso y azufre. Este aporte mineral mejora la sensibilidad y la reactividad de la planta frente a las agresiones medioambientales. El manganeso regula la función celular. También es esencial para la síntesis de la clorofila y estimula la fotosíntesis. El azufre aporta los elementos constitutivos de las proteínas. Y no olvidemos el zinc, que actúa como regulador del crecimiento, contribuye a la síntesis de triptófano e influye en la síntesis de auxinas, hormonas que favorecen el crecimiento del maíz. El fósforo contribuye a la formación de mazorcas de maíz en una fase temprana y tiene un impacto directo en el rendimiento. Es el elemento menos móvil del suelo y su disponibilidad suele ser insuficiente cuando las necesidades de los cultivos son máximas.
Iniciar y desarrollar el sistema de defensa natural de la planta: el engrosamiento de las paredes celulares inducido por los mecanismos de defensa naturales forma una barrera física y mecánica que puede contribuir a mejorar la resistencia a las agresiones medioambientales. Se trata bien de enzimas que atacan directamente las paredes del patógeno, bien de enzimas que controlan la síntesis de sustancias antimicrobianas orgánicas. Las fitoalexinas contribuyen así a activar los mecanismos naturales de defensa de la planta.

Así que prepárate para cambiar tus hábitos. Elegir una variedad más tardía, potenciar la vitalidad del maíz joven y proteger tus plantones contra las plagas son algunas de las opciones que te proponemos. Nuestros expertos están a tu disposición para ayudarte a considerar todas las soluciones. No dude en ponerse en contacto con ellos !