¿Por qué las cerdas son con frecuencia propensas a las infecciones del tracto urinario?
A pesar de los progresos realizados en materia de bienestar animal e higiene de las explotaciones, las patologías urogenitales constituyen un problema persistente que afecta al 25% de las cerdas por explotación. Los riesgos resultantes para la productividad y la reproducción (retorno del celo, disminución de la prolificidad, sacrificio precoz, mortalidad, costes de tratamiento, etc.) son también una amenaza para la rentabilidad. Los métodos de cría pueden ser culpables, pero la cerda es un animal predispuesto a las infecciones del tracto urinario. La vulva está sucia por las heces. Los gérmenes pueden penetrar fácilmente en el meato urinario, que está cerca de la vulva. Un factor agravante son las repetidas intervenciones en esta zona anatómica de la cerda: de 2 a 3 inseminaciones, 13-14 lechones al parto, sin contar las excavaciones...
Cuatro factores de alerta para un mal vaciado de la vejiga en cerdas.
Una vejiga llena o mal drenada puede ser dolorosa para la cerda durante el parto. También puede actuar como un "obstáculo" para el paso de los lechones, aumentando el número de nacidos muertos. Los estudios han demostrado que hay más de un lechón destetado menos por cerda y año, y que el intervalo entre el destete y el servicio de fertilización es casi tres días más largo. Además, los estudios epidemiológicos han demostrado que la frecuencia de los trastornos urinarios aumenta con la edad de las cerdas.
¿Qué factores deben tener en cuenta los agricultores?
- Trastornos locomotores que conducen a una movilidad reducida.
- La posición sentada frecuente, que favorece las infecciones urogenitales y la reducción del riego.
- Disfunción del esfínter vesical. Esto favorece el aumento de la cantidad de orina residual y la aparición de distensión o engrosamiento de la pared vesical.
- Desequilibrio hormonal que provoca una reducción de la producción de mucopolisacáridos que protegen la pared de la vejiga.
Una buena micción de las cerdas elimina las bacterias y reduce el riesgo de infección urinaria.
Existen soluciones terapéuticas para reducir el riesgo de infección. Las condiciones de cría diseñadas para reducir la presión microbiana en la zona perineal o para aumentar el nivel de riego y la actividad motora de las cerdas contribuyen a reducir el intervalo entre micciones.
Pero, ¿por qué centrar tanto esfuerzo en la micción? Frente a las infecciones ascendentes, la acción mecánica de lavar la uretra mediante la micción tiene un efecto perseguidor sobre las bacterias, sobre todo E. coli y Streptococcus spp. De hecho, la uretra no es estéril. Siempre está sujeta a contaminación, con un gradiente que disminuye desde el meato urinario hasta el esfínter de la vejiga. La micción ayuda a eliminar las bacterias de la vejiga. Para ello, sin embargo, la vejiga debe vaciarse por completo, a intervalos frecuentes, y la cantidad de orina liberada debe ser suficiente.
Ciertos protocolos que utilizan suplementos nutricionales ayudan a mejorar el vaciado de la vejiga de las cerdas antes y después del parto. Estas especialidades nutricionales tienen por efecto preservar el rendimiento reproductivo de las cerdas y reforzar sus defensas en caso de problema infeccioso en la esfera urovaginal. El objetivo principal es incitar a los animales a beber más agua, lo que facilitará el vaciado de la vejiga. De este modo, se reducirán los posibles dolores debidos a la micción. Nuestro equipo de expertos puede asesorarle sobre las soluciones y protocolos a aplicar. No dude en ponerse en contacto con nosotros.
