Cómo controlar el estrés térmico en los conejos

Tanto en los países tropicales como en Europa en verano, los conejos se enfrentan a un estrés térmico por altas temperaturas. Los conejos son muy sensibles al calor y tienen que luchar en cuanto las temperaturas superan los 26 °C. ¿Cuáles son los efectos del estrés térmico en los conejos? ¿Qué medidas deben tomarse en caso de calor? 

El estrés térmico se refiere a la incapacidad del organismo para mantener una temperatura normal que garantice las funciones metabólicas y fisiológicas estándar. En el caso de los conejos, la zona de neutralidad térmica viene fijada por la temperatura ambiente, que debe situarse entre 10 °C y 25 °C. Sin embargo, la combinación temperatura-higrometría es más importante que la temperatura por sí sola, porque la humedad del aire altera la percepción de la temperatura realmente percibida por los conejos.  Por ejemplo, una temperatura de 35°C con una humedad relativa del 100% será peor tolerada por los animales que una temperatura de 40°C con una humedad relativa del 20%.

En libertad, los conejos pasan la mayor parte del día en una madriguera, donde las temperaturas oscilan entre 15 y 20 °C y la humedad entre el 70% y el 90%. 
En las granjas cunícolas, la combinación temperatura-higrometría del aire ambiente no siempre se adapta a la zona de confort del conejo. Esto ocurre sobre todo en los países tropicales, donde las condiciones climáticas son a veces extremas y los ajustes de temperatura y humedad en los edificios de cría suelen ser difíciles de ajustar a falta de dispositivos adecuados (edificio cerrado, ventiladores, refrigeración, etc.).

El calor extremo repercute tanto en el comportamiento como en el rendimiento de los conejos, indicadores de incomodidad térmica que deben tenerse en cuenta.

Desde el punto de vista del comportamiento, puede detectarse lo siguiente:

• Una aceleración del ritmo respiratorio: mediante este mecanismo, el conejo aumenta el paso de aire hacia la cavidad nasal y luego hacia los pulmones, lo que humidifica y enfría el aire.
• Mayor vascularización de las orejas: la red sanguínea de las orejas de los conejos contribuye a intensificar los intercambios entre la sangre sobrecargada de calor y el aire exterior más frío.  
• Tumbarse: este comportamiento les permite maximizar el intercambio de calor entre el aire y la piel.
   

Desde el punto de vista zootécnico, las repercusiones del estrés térmico pueden observarse en varios ámbitos:

• Alimentación: las altas temperaturas, por encima de los 30ºC, tienen un impacto significativo en el consumo de pienso, que puede disminuir hasta un 60%.
• Rendimiento: en relación con el descenso del consumo de pienso, disminuyen la fertilidad y la producción de leche de las conejas hembras, la mortalidad en el nido de conejos jóvenes se ve afectada por la falta de leche, y la reproducción y el crecimiento de engorde de los machos también se ven afectados. En casos extremos, cuando los conejos ya no son capaces de regular su temperatura corporal, puede producirse una acidosis metabólica que conduce a la muerte.

Al esforzarse por evacuar el calor suplementario, el conejo se cansa y se expone a riesgos metabólicos. Por eso, los efectos del malestar térmico pueden ser visibles a corto plazo (reducción del consumo, mortalidad, etc.), pero también a medio y largo plazo (fatiga de la hembra, indicadores económicos, etc.).

Hay una serie de medidas prácticas que puede adoptar para limitar el impacto del calor en el comportamiento, la salud y el rendimiento de sus conejos.

Atmósfera

• Ajuste la ventilación para eliminar el exceso de calor y agua producido por los animales. Prever una extracción alta para evacuar del 30 al 40% del aire por encima de los animales.
• Utilizar paneles evaporadores "refrigerantes" para enfriar el aire ambiente de las salas. Para que sigan siendo eficaces, estos paneles deben someterse a un mantenimiento regular.
• Nebulizar el establo o, como último recurso, humedecer las entradas de aire y los pasillos con agua limpia.
• En la cría tradicional, semiabierta o al aire libre, utilizar ventiladores (rociar agua delante del ventilador producirá un efecto de nebulización) y evitar la luz solar directa sombreando a los conejos con materiales locales del edificio o las jaulas (paja, virutas, cartón, etc.).
• A la hora de diseñar una nave con ventilación estática, hay que procurar orientarla teniendo en cuenta los rayos solares y los vientos dominantes, para beneficiarse de un ambiente sombreado y ventilado (sin grandes corrientes de aire), y considerar la posibilidad de un tejado alto para dar más volumen al local.

Gestión

• Alimentar a las conejas de engorde y realizar el amamantamiento controlado de las crías preferiblemente al atardecer para que el calor extra de la digestión tenga lugar en las horas más frescas del día.
• Aumentar la vigilancia durante los partos para evitar que nazcan sobre mallas metálicas.
• Aligerar los nidos con virutas y pelo y retirarlos un poco antes.
• Reducir las densidades de engorde.
• Prever una mayor rotación de las hembras de conejo.
   

Animales

• Un estudio reciente ha demostrado las ventajas de recortar el pelo de los conejos para reducir los efectos negativos de las altas temperaturas ambientales en el rendimiento de los conejos en crecimiento. Esta práctica poco común podría considerarse en condiciones extremas en granjas tradicionales donde no se puede controlar el ambiente.

Agua

• Cambie el agua de los tanques más a menudo para mantenerla fresca y que no se estanque.
• Purgue las tuberías con regularidad para evitar la proliferación de algas.
• Utilice productos solubles para favorecer los procesos fisiológicos (protección respiratoria, protectores hepáticos, vitamina C, etc.).
• En las granjas tradicionales, asegúrese de aumentar el número de puntos de riego.
   

Alimentar

• Adaptar las especificaciones de los piensos para compensar la disminución del consumo de pienso (concentración nutricional), mejorando al mismo tiempo la palatabilidad.
• En las unidades de maternidad, aumentar la ingesta de pienso suplementario para limitar el subconsumo de pienso completo y reducir la fatiga de las hembras y machos reproductores.

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