Alimentación del ganado Mezclas gruesas

Una mezcla gruesa es una mezcla de materias primas y productos semiacabados sin triturar, a diferencia de los piensos compuestos estándar. Los piensos compuestos suelen ser objeto de una dosificación cuidadosa; han sido triturados y mezclados en el caso de los piensos "en papilla", y peletizados en el caso de otros tipos de piensos. La mezcla gruesa es una opción de alimentación interesante por su proceso de fabricación rápido, sencillo y, por tanto, económico. Sin embargo, en la actualidad se considera una auténtica forma de alimentación y, como tal, está sujeta a normativas: obligaciones de etiquetado y normas de higiene, con todos los requisitos habituales (procesos de cualificación, control...).
La mezcla gruesa es un pienso híbrido. Se concibió especialmente para responder a la falta de confianza que afectó a los ganaderos tras la crisis de la EEB en los años noventa. Refleja la exigencia imperativa de "ver" las materias primas destinadas a la alimentación del ganado y una mayor transparencia en el etiquetado (lista de materias primas o categorías de ingredientes). Se presenta en forma de materias primas sin transformar, productos semiacabados, piensos minerales y aditivos.
Una mezcla gruesa puede contener una proporción importante de fibras largas (alfalfa, heno, paja...,), cereales transformados (aplastados, enrollados, en copos...), núcleos complementarios en pellets (proteínas, energía...), melazas (o productos líquidos equivalentes), mezclas de aditivos... 

La formulación y la presentación de las materias primas son cruciales para producir una mezcla homogénea que pueda satisfacer al ganadero y hacer que los rumiantes deseen ingerirla. Por lo tanto, conviene garantizar la exactitud de las dosificaciones y respetar la integridad de los ingredientes. Un circuito de fabricación corto es prioritario, sobre todo en el caso de una línea de producción específica. El orden de dosificación, la pulverización de líquidos, el equipo de mezcla, los trasvases y la capacidad de almacenamiento también requieren una mayor vigilancia.

Todas las mezclas gruesas presentan un riesgo de desmezclado debido a la amplia gama de tamaños de las partículas de sus componentes (de unos cientos de micras a varios centímetros). A esto se añade una gran variedad de densidades. Las mezclas gruesas no soportan fácilmente las caídas mientras están en las unidades de almacenamiento ni demasiados golpes durante el transporte. Ambos son extremadamente perjudiciales para mantener un buen coeficiente de variación, parámetro impuesto porque la mezcla gruesa se considera un pienso compuesto. Debe realizarse regularmente un control de homogeneidad.
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